Un fallo en los sistemas de Microsoft y CrowdStrike ha creado un revuelo sin precedentes en el transporte mundial, afectando también a múltiples sectores empresariales y a instituciones críticas como bancos y hospitales. Desde los Estados Unidos hasta Australia, pasando por Europa, la actualización defectuosa de CrowdStrike ha dejado a miles de personas varadas y a empresas tratando de restaurar sus servicios.
Las principales aerolíneas norteamericanas, como Delta, United y American Airlines, han sido algunas de las más afectadas, suspendiendo todos sus vuelos debido a problemas de comunicación. La Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos confirmó que todos los vuelos fueron cancelados debido a estos inconvenientes, lo que ha generado un caos sin precedentes en los aeropuertos. En Europa, Aena, el gestor aeroportuario español, informó que todos sus sistemas estaban alterados, mientras que aeropuertos en Alemania, Francia y Australia también reportaron problemas significativos.
El impacto no se limitó al sector aéreo. La falla también afectó a importantes instituciones como bancos y hospitales en diversas partes del mundo. La Autoridad Nacional de Ciberseguridad de Australia indicó que varias organizaciones, incluida la televisión nacional y una importante cadena de supermercados, se vieron afectadas.
CrowdStrike informó que había identificado y aislado el problema, afirmando que no se trataba de un ciberataque sino de una actualización defectuosa en los sistemas operativos Windows. Remarcaron que las plataformas Mac y Linux no se vieron comprometidas.
Pese a los esfuerzos para resolver el problema, los efectos sobre el mercado financiero fueron inmediatos. Las acciones de Microsoft y CrowdStrike sufrieron caídas significativas en la bolsa. Los títulos de CrowdStrike, que cotiza en el tecnológico Nasdaq, bajaban casi un 14 %, mientras que los de Microsoft se dejaban cerca del 3 % antes del inicio de la sesión en Nueva York.