El 1° de agosto de cada año, las comunidades indígenas que habitan suelo argentino, celebran el Día de la Pachamama. Se trata de una tradición ancestral de gratitud a la tierra.
Pacha es un término que proviene del quechua y del aymara, que significa cosmos, tiempo y espacio.
Ella es la “Gran Madre”, originaria de la tierra, quien controla las potencias de la naturaleza. En la traducción al español, es habitual que se la mencione como “Madre Tierra”.
El término “tierra” no debe confundirse con el de “suelo”, ya que desde la cosmovisión de los pueblos andinos se le otorga un sentido más amplio y complejo, que abarca la totalidad del tiempo y del espacio universal.
Es entonces que debemos tener una mirada sobre la Tierra más amplia y entender sus procesos como una entidad viva.
Ella es el universo, nuestro mundo, y es tiempo y lugar
Aunque se conmemora durante todo agosto, es el primer día del mes cuando se realiza la ceremonia con ofrendas a la Madre Tierra por todo lo que ella regala y brinda.
Durante esta época se agradece por las cosechas y los animales, el buen tiempo y la abundancia que ella regala en sus frutos.
La mirada, desde el cuidado, que tienen los pueblos indígenas con la Madre Tierra nos invita a pensar cómo habitar los propios espacios. Del mismo modo, nos propone una relación más equilibrada y justa con nuestro mundo cercano, aquel que compartimos cada día en el aula, en la escuela y en el barrio.