La minería continúa demostrando ser un pilar fundamental para el crecimiento económico de nuestro país. Cada proyecto minero no sólo extrae valiosos recursos minerales, sino que también inyecta vitalidad económica en las comunidades locales y regionales.
De cada 100 dólares que produce un proyecto minero, 77 dólares permanecen en el país, y 44 dólares se quedan en la provincia donde se desarrolla la actividad minera. Esta distribución de ingresos refleja el significativo impacto positivo de la minería en nuestras economías locales y nacionales.
El impacto de la minería va más allá de las cifras. La actividad minera genera empleos bien remunerados, elevando la calidad de vida de miles de familias. Además, la minería impulsa una serie de servicios complementarios. El transporte, la alimentación, el comercio y numerosos rubros vinculados al desarrollo minero se activan, creando un círculo virtuoso de crecimiento económico. Los recursos generados por la minería se traducen en más inversión en infraestructura local, mejoras en servicios públicos y una mayor dinámica comercial.
Algunos expertos en economía y desarrollo local destacan que: “La minería no solo es una fuente crucial de ingresos para el país, sino que también actúa como un motor de desarrollo regional. Las inversiones en minería generan un efecto multiplicador en la economía local, promoviendo el crecimiento de diversos sectores y mejorando la calidad de vida de las comunidades.”
Invertir en minería significa más que extraer recursos del suelo; es una apuesta segura por el crecimiento, el desarrollo y la productividad de nuestras comunidades. Cada dólar invertido y producido en la minería refuerza nuestra economía, creando un futuro más próspero para todos